Al bajar de la terraza de su casa, donde acababa de hacer la siesta, Nasrudín da un traspiés al pisar un escalón y rueda escaleras abajo.
- “Pero ¿qué pasa?” - le grita su mujer que, desde la cocina, ha oído el ruido de su caída.
- “Nada importante” - responde Nasrudín, poniéndose en pie como puede
- “Ha sido mi abrigo que se ha caído por la escalera.”
- “¿Tu abrigo?.. pero ¿y ese ruido?”
- “El ruido ha sido porque yo iba dentro.”
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