Un día un maestro que vio a un niño dando excusas de una explosión de ira, lo llevó a la clase y, entregándole una hoja de papel, le dijo:
- “¡Estrújalo!”
Asombrado obedeció e hizo una bolita....
- “Ahora déjalo como estaba antes”
Por supuesto que no pudo dejarlo como estaba.... por más que lo intentó, el papel quedó lleno de pliegues y arrugas.
- “El corazón de las personas”, dijo, “es como ese papel… la impresión que en ellos dejas será tan difícil de borrar como esas arrugas y esos pliegues”
Adaptado de G. Heger
Como el papel arrugado
Etiquetas: Cuentos
3 comentarios:
no puedo creer me lo hagas tan facil explicarlo gracias
totalmente de acuerdo, despues que tu salgas con un ataque de ira, es la mala impresion que dejamos en esa persona y luego aunque digamos cualquier excusa es imposible volver a la normalidad
buena lectura me sirbio para la tarea
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