Un día, mientras caminaba a través de la selva, un hombre se topó con un feroz tigre. Corrió, pero pronto llegó al borde de un acantilado. Desesperado por salvarse, bajó por una parra y quedó colgando sobre el fatal precipicio.
Mientras estaba ahí colgado, dos ratones aparecieron por un agujero en el acantilado y empezaron a roer la parra.
De pronto, vio un racimo de frutillas en la parra. Las arrancó y se las llevó a la boca... ¡Estaban increíblemente deliciosas!
Una situación tensa
Etiquetas: Aceptación, Crecimiento personal, Cuentos, Esencia, Muerte, Presente, Vida, Visión
1 comentario:
Me sirve, estoy aprendiendo a vivir el presente y textos tan buenos como estos ayudan mucho.
Gracias.
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