Un discípulo llegó a lomos de su camello ante la tienda de su maestro sufí. Desmontó, entró en la tienda, hizo una profunda reverencia y dijo:
- “Tengo tan gran confianza en Dios, que he dejado suelto a mi camello ahí afuera, porque estoy convencido de que Dios protege los intereses de los que le aman”.
- “¡Pues sal fuera y ata tu camello estúpido!”, le dijo el maestro. “Dios no puede ocuparse de hacer en tu lugar lo que eres perfectamente capaz de hacer por ti mismo.”
Anthony de Mello
3 comentarios:
Muy bueno!!!
Excelente!!!!!
Gracias!!
gg buena lectura
Publicar un comentario
¡Muchas gracias por tu visita y por tus comentarios!