Unos guardias se presentaron ante el rey conduciendo a un hombre con aspecto de mendigo.
- "¿Por qué traéis a este hombre?", preguntó el monarca.
- "Majestad, no sabemos si es un loco, o quiere ofenderos, pero... ¡dice que desea dormir en esta posada!", contestó el jefe de la guardia.
- "¿Cómo llamas posada a mi fabuloso Palacio?", inquirió el rey al detenido.
- "¿De quién era este lugar antes?", preguntó a su vez el mendigo.
- "De mi padre."
- "¿Y antes?"
- "De mi abuelo."
- "¿Y antes aún?"
- "Del padre de mi abuelo."
- "¿Y dónde están todos ellos ahora?"
- "Murieron."
- "¿Y cómo a un lugar donde van y vienen gentes de paso no lo llamáis posada?"
Todo es efímero
Etiquetas: Cuentos
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