El rico industrial del Norte se horrorizó cuando vio a un pescador del Sur tranquilamente recostado contra su barca y fumando una pipa.
- «¿Por qué no has salido a pescar?», le preguntó el industrial.
- «Porque ya he pescado bastante por hoy», respondió el pescador.
- «¿Y por qué no pescas más de lo que necesitas?», insistió el industrial.
- «¿Y qué iba a hacer con ello?», preguntó a su vez el pescador.
- «Ganarías más dinero», fue la respuesta.
- «De ese modo podrías poner un motor a tu barca. Entonces podrías ir a aguas más profundas y pescar más peces. Entonces ganarías lo suficiente para comprarte unas redes de nylon, con las que obtendrías más peces y más dinero. Pronto ganarías para tener dos barcas... y hasta una verdadera flota. Entonces serías rico, como yo».
- «¿Y qué haría entonces?», preguntó de nuevo el pescador.
- «Podrías sentarte y disfrutar de la vida», respondió el industrial.
- «¿Y qué crees que estoy haciendo en este preciso momento?», respondió el satisfecho pescador.
El pescador satisfecho
Etiquetas: Cuentos
1 comentario:
Moraleja no es mas rico el que mas tiene, si no el que menos necesita.
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