Un estudiante se quejaba en cierta ocasión ante Bankei:
- "Maestro, tengo muy mal temperamento. ¿Cómo podría controlarlo?"
- "Tienes algo muy raro", replicó Bankei. "Déjame verlo."
- "No puedo enseñarlo en este momento", dijo el otro.
- "¿Cuándo podrás hacerlo?", preguntó Bankei.
- "Surge de improviso", contestó el estudiante.
- "Entonces", concluyó el maestro, "no debe ser tu propia naturaleza. Si lo fuera, podrías enseñármelo cuando quieras. No lo llevabas contigo cuando naciste, y tus padres no te lo dieron. Piensa en ello."
Temperamento
Etiquetas: Agresividad, Cólera, Cuentos, Defectos, Descubrimiento, Ira, Transformación, Zen
1 comentario:
muchas gracias por compartir estos cuentos que mucho nos hacen reflexionar..
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